sábado, 27 de agosto de 2011

TU PRIMER RECETA

Vamos a arrancar con una receta bien simple, para que sientan todos que ya están jugando en otra liga.

CHURRASCO CON ENSALADA

Vos me vas a decir ¿qué me vas enseñar con esto? Y yo te digo: trucos, consejos.
Lo primero es saber elegir la carne: si tenés una carnicería cerca, usala. Siempre el carnicero te va a tratar de aconsejar el corte más tierno, no sólo porque sabe del tema, sino porque le interesa tenerte como cliente. Ahora, vos también hacé lo tuyo, charlale un poco, hacele un par de consultas, elogiale algún banderín de su club y vas a ver que tendrás un aliado para siempre. Algunos cortes baratos y buenos que te recomiendo son: roast beef y paleta, suelen ser bifes grandes, por lo que podés pedirlos finitos (comprate un par y freezás uno para otra ocasión), si estás mejor del bolsillo cuadril o bife angosto; si te gusta comer abundante, bife ancho; si vas a lo tierno seguro: lomo y si te gusta innovar: arañita.
Pero tal vez la compra la tuviste que hacer en el supermercado, entonces te recomiendo que tengas en cuenta:
- no siempre las fechas de envasado son las reales, por lo que debés prestar atención al color de la carne. Si es un rojo fuerte está bien, si la ves amarronada está dudosa, y si es medio verdosa, definitivamente no. Por eso revisá bien el paquete y no te guíes por la fecha. Si la carne tiene algo de grasa, ésta debe ser bien blanca, si está amarillenta, no sólo puede ser vieja, sino también dura!
- Podés elegir ternera o novillo. En Argentina estamos acostumbrados a comer ternera por la gran cantidad de vacas que hay, pero en Europa suelen comer carne de vacas más grandes y la ternura no la da el tamaño del animal, sino la actividad que realiza y los pastos que consume.

Ahora nos disponemos a cocinar.

Si guardaste la carne en el freezer, sacala varias horas antes y dejala descongelar dentro de la heladera. Si te olvidaste, usá el microondas en la función descongelar y dale al menos 10 minutos. Esto es importante de tener en cuenta, ya que los alimentos deben conservar la cadena de frío para evitar el desarrollo de bacterias, por eso, si compraste algo congelado y lo descongelaste (Ej. Pollo) no debés volverlo a congelar, porque vas a congelarlo con las bacterias que pudo desarrollar en ese proceso y seguirán creciendo. Pero ya vamos a desarrollar más esto en un apartado.
Prendé la hornalla y colocá la plancha. Dejala calentar unos minutos ( si no tenés extractor, asegurate de cerrar la puerta de la cocina y abrir una ventana, para evitar ahumar toda la casa). Para saber si está bien caliente, colocá un trocito de carne o apoya apenas el bife y el ruido que haga te lo va a indicar (sin ruido, está fría y seguro te sale como hervida). Colocá entonces el bife sobre la plancha y bajá un poco el fuego.
Mientras tanto vamos a preparar una ensalada bien sencilla: lavás bien un tomate perita o redondo, lo cortàs en trocitos, lo salás, le agregás un poco de orégano, aceto y oliva y listo. Para completarla un poco podés rallarle zanahoria, o cebolla fina, o agregarle un huevo duro. También podés simplemente cortarlo al medio, rociarlo con orégano, aceite y un poco de queso rallado.
Cuando ves que comienza a salir sangre del bife, es el momento de darlo vuelta. Recién ahí lo salás y le agregás un poco de pimienta negra molida si te gusta. El tema de salarlo luego, es para que se cocine con su jugo y le dé más sabor (la sal es coagulante como el azúcar).
El punto de cocción es a gusto. En reglas generales en cocina hay tres: jugoso, a punto y bien cocido, pero esto no siempre coincide con el saber popular, ya que jugoso es cuando el centro de la carne está casi de color azul o rojo intenso (lo que muchos consideran crudo); a punto o cocido es cuando está rosadito y asoman algunos jugos (lo que muchos creen jugoso); bien cocido es cuando está en un rosado tirando a gris y lo que lamentablemente mucha gente considera bien cocido (seco) directamente es pasado de cocción, arruinado o como quieras llamarle, pero sobre gustos hay mucho escrito y cada cual le hará caso a su paladar.
Si tu idea es comerlo jugoso al saber popular, lo retirás un par de minutos luego de darlo vuelta, si no, lo dejás cocinar más. Si te gusta como algunos consideran crudo, seguro que todo esto te parecerá una gran pavada, porque sos un excelente cocinero!
Ahora lo servís en el plato, pero…no lo levantes con el tenedor que se le va a caer todo el jugo! Si tenés una pinza, fabuloso, si no, usá la cuchilla de manera plana y lo llevás hasta el plato, acompañalo con tu guarnición, ponete un lindo individual, servilleta, una copita y buen apetito!

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